(fotografía de Ángel Luis Cobarro)
Las mujeres siguen representando, en muchos sectores, una minoría, sobre todo por los prejuicios hacia sus capacidades. La forma más inteligente de luchar contra esto, de manera inmediata, es conquistando posiciones, y así han hecho en muchos campos tanto a nivel intelectual como físico. Sin embargo, con la moda por los deportes extremos, se abrió un nuevo prejuicio sobre quién podía hacerlo o no, y fue así cómo proliferaron las surfers y las skaters.
Jacky
Madenfrost es la fundadora de Longboard Girls Crew, la comunidad femenina de
longboard más grande del mundo.
Esta
venezolana residente en Madrid empezó en la Cuesta de Moyano, y al ver que, al igual que muchas otras escenas,
al longboard le faltaban chicas, abrió un grupo en
Facebook que se llenó de seguidores rápidamente, descubriendo miles de
muchachas que también van sobre la tabla larga y estaban escondidas en todos
los rincones del país y del mundo.
Así pudo conectar con el resto del equipo, internacional y multidisciplinar, que hoy lleva LGC: Carlota Martin, Valeria Kechichian, Jesus Asensio, Mónica Madenfrost y Patricia Muñóz
Con
la ayuda de Juan Rayos hicieron un video promocional que mostraba a varias
chicas sobre ruedas pasándoselo bien, aportando una perspectiva completamente
diferente de patinar, porque las mujeres tienen su propio ritmo, su propia
fuerza y una forma muy particular y diferente a aquella de los hombres en hacer
las cosas, y esto es algo tan positivo como interesante para darle nuevas intenciones y posibilidades al deporte.
Después
de casi dos años del nacimiento de LGC, hay 120 mil seguidores, muchachos que
empiezan en el deporte y aprenden videos hechos por chicas (cosa rara antes),
marcas de ropa especializadas, videoclips con chicas en longboard, y demás,
porque el gran logro de esta comunidad ha sido no sólo dar a conocer esta
realidad sino perpetrar la idea de que las chicas no
tienen miedo de estar sobre ruedas y caerse, y así darles un puesto importante en la escena mundial. Gracias a LGC se ha sustituido la idea “Barbie
sobre ruedas” por “Chica sobre ruedas” porque ellas vuelven a levantarse y siguen por más.
Estas muchachas se lo pasan bien, están a la altura de cualquiera y además entregan esa armonía femenina colectiva que las desliza a toda velocidad por cualquier cuesta, juntas y contentas. Sus videos son algo muy diferente a lo que ofrece el longboard masculino, hipnóticos, extremos y hermosos.
Estas muchachas se lo pasan bien, están a la altura de cualquiera y además entregan esa armonía femenina colectiva que las desliza a toda velocidad por cualquier cuesta, juntas y contentas. Sus videos son algo muy diferente a lo que ofrece el longboard masculino, hipnóticos, extremos y hermosos.
Colectivos como el de Jacky son un paso adelante en la sociedad y el hecho de que se haya difundido tan rápido, significa que ya existía esta sed por patinar y poder conectarse entre ellas, y por ello confiaré en que no todo está perdido mientras ellas sigan sobre ruedas.
Giulio Vita
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