El
próximo 14-A habrá otro simulacro de democracia, uno de los tantos celebrados
en estos años de teatro criollo. Sigo considerando increíble que se sigan
denunciando irregularidades y fraudes pero al mismo tiempo se llame a votar
masivamente. Es algo que no me entra en la cabeza mas no es el único absurdo de
nuestra identidad como venezolanos.
En
mi opinión, ha sido un error poner a Capriles en estas elecciones como el
candidato de la oposición y sobre todo ponerlo tan tarde, evidenciando los
problemas internos que existen en la MUD. Estas elecciones, por más que muchos
quieran teñirlas de telenovela, tenían el fin no tanto de hacer ganar a Maduro
sino de quemar a su contrincante.
En
el chavismo han demostrado tener un aparato mucho mejor estructurado y fuerte
que aquel de los opositores que en 14 años no han hecho sino aumentar el
chavismo. Este aparato ve el llamado a las urnas como una legitimización de
todas las irregularidades, no como un ejercicio de la sociedad democrática. Y
este argumento se apoya del hecho de que no funciona como una democracia, no
hay alternancia de gobiernos, hay atropellos bastante claros con los recursos
del Estado utilizados para la campaña y más etcéteras.
Sin
embargo, las elecciones siguen siendo un escenario para hacer brillar la
espectacularidad de los candidatos. En estas elecciones, Capriles lo entendió y
se ha remitido a todos sus insultos contra Maduro, ha preferido un discurso de
violencia antes que a un plan de gobierno, tal como hacía Chávez y como hace
Maduro con menos encanto.
Esto
de rebajarse a su nivel atraerá a algunos electores pero lo alejará del
proyecto de país que muchos queremos pues su discurso y el de sus seguidores
promueve el odio tanto como el de Maduro. Capriles no necesitará ser
inhabilitado tras su derrota. La audiencia de esta telenovela lo verá como un
perdedor eterno y no lo querrá de vuelta en el plató, perdiendo la oportunidad.
Por ello debieron asignarle la tarea de presentarse a este show a otro, a uno
más viejo, con menos posibilidades pero que fuese capaz de aumentar el número
de aspirantes del cambio.
El
chavismo caerá por su propio peso y es lo mejor que le puede ocurrir, porque
esta oposición sigue sin estar preparada para lo que ocurriría si ganase. Los
cambios no pueden empezar por un resultado electoral sino por cada uno de esos
ciudadanos que realmente quieren un cambio. Como por ejemplo, aprender a
debatir sin insultarse, sin ignorar al otro, sin considerarlo más idiota que
tú, sin odiarlo, sin adorar un político.
Giulio Vita
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