A
mis 24 años he visto, por cuarta vez, cómo Hugo Chávez gana las elecciones
presidenciales de Venezuela, con políticas cada vez más agresivas y una
oposición que no terminaba de organizarse hasta este año, seis meses antes de
las elecciones, en la que se eligió a Henrique Capriles Radonsky, gobernador de
Miranda, para representar la fuerza que tentaría a romper la calidad de invicto
del Presidente.
Hay
que admitir que Capriles, a diferencia de sus predecesores, hizo una campaña
maravillosa, arropada de gran populismo y fachada, con un discurso que logró
calar en la juventud y, sobre todo, en las redes sociales, donde, sin duda
alguna, Capriles desbancó al candidato del gobierno. La empresa de recorrer
cada pueblo de Venezuela ya la había hecho Carlos Andrés Pérez muchos años
antes y, al igual que la primera vez, fue un acierto pues, semana tras semana,
logró unir una fuerza de simpatizantes que, al final, por muy poco perdieron.
Las
redes sociales contribuyeron de manera irresponsable a alimentar el triunfalismo
y llenar de fe, en vez de sentido común, el camino que trazaba Capriles, a
pesar de sus tantos llamados a la reflexión, a la unidad y a la paz. Desde
fotos alteradas e informaciones falsas sobre la falta de simpatizantes del
chavismo y la necesidad de traer autobuses por todas partes, lo cual, no es
secreto para nadie, pero lo uno no quita a lo otro. Navegando por foros en las
últimas semanas, debatiendo con chavistas y opositores, veía una intención de
voto fuerte y clara por parte de los dos, así que era de imaginar este
resultado tan apretado, sin negar al otro en ninguno de los casos.
¿Qué
esperaban, opositores? ¿Qué ganaba Capriles y todo se resolvería? ¿Que la mitad
del país iba a desaparecer? ¿Esperaban que porque un hombre empieza una campaña
electoral con menos de un año de tiempo, enfrentándose a otro que lleva 14 años
de campaña, iba a ganar contundentemente? ¿En serio lo esperaban así?
¿Esperaban que la fe sería decisiva sin ver al otro? ¿Con cuántos chavistas
hablaron, debatieron, rieron, salieron, analizaron?
Lo
triste de estos 14 años de chavismo no es que la gente haya vuelto a votar por
lo mismo, sino que aquellos que se oponen, hayan actuado de la misma forma
hacia quienes no comparten su ideología, y es allí donde han perdido durante
todo este tiempo. A pesar de que Capriles es un líder joven y demócrata,
demostrado esta noche en su discurso, sus seguidores son tan fanáticos como
aquellos de Chávez, llenos de fe donde debería de haber raciocinio, y así no
entienden cómo pudieron perder y lo justifican siendo despectivos hacia la
mitad del país o contra quienes, como yo, no han votado, sin darse cuenta
tampoco que la violencia, nuestra peor tara, no es sólo aquella de los
secuestros y asesinatos sino también de los ciudadanos trabajadores que no
logran respetar al otro de una forma plural y democrática.
Venezuela
ha demostrado hoy un gran ejemplo de democracia y Capriles se ha erguido como
un líder respetuoso y digno de representar al país. Eso que dicen por ahí, que
Venezuela le queda demasiado pequeña, es una estupidez que parte de la
tendencia criolla a amar a medias, de creernos mejores pero sabernos
inferiores. Yo no creo que le quede pequeña sino que un país que ha crecido en
la violencia y una educación escaza necesita de algo más que religión, pan y
circo para cambiar el paradigma y así la tendencia. En esto ninguno es mejor
que otro, porque la educación del país está mal en todos lados, no sólo en el de ellos. Es hora de aprender a ver
del otro lado del muro, de ver los logros de Chávez y entender por qué la gente
lo sigue votando, sin la excusa fácil de “son más tontos que yo”. Y así ver en
qué mejorar la oposición y para aquellos que, como yo, no estamos convencidos,
seguir trabajando en mejorar el país de alguna forma, hablando con opositores y
chavistas, debatiendo, pidiendo cordura, buscando sentido en este caos que cada
vez será más fácil de comprender en la medida que queramos escuchar.
Durante
esta campaña recibí insultos, hostilidades, bloqueos, de parte de amigos y
familiares queridos porque decidí no votar y, sin querer escuchar mis razones
ni dedicar un debate conmigo en privado, decidieron alojarse en el insulto y
sus grupos que compartían los mismos ideales. Y es así cómo un país se divide,
ignorando, insultando, bloqueando a quienes no piensan como tú.
Me
han dicho desde apátrida hasta imbécil, y yo sigo enviándoles este mensaje, de
dialogar, de escuchar y oír, de empatizar con el otro, de hacer un esfuerzo,
aunque sea tan difícil, por lo menos con la palabra y luego con las acciones.
Vivir
fuera de Venezuela, haber conocido a tanta gente de izquierda y de derecha, me
sacó el veneno que me había inyectado el país con toda esa violencia. Es un
caso particular pues conozco muchos que no necesitan irse para experimentarlo y
eso es maravilloso.
Venezuela
ganó una oportunidad: la oportunidad de cambiar y un líder para hacerlo, de abrir los ojos, como todavía
no había hecho a pesar de todos estos años, esa oportunidad nos permitirá ser
mejores en la medida que nos reconozcamos culpables porque somos todos parte
del problema y por ello podemos entre todos construir una solución.
Giulio
Vita
Pana muy bueno
ResponderEliminara mi tambien me cayeron por todos lados por no querer votar, ojo no querer, no fue que me hice el guebon, fue expreso, desde el que bolass, hasta un carajo (ex companhero de liceo)que desde mejico me queria decir vndepatria y que no merecia tener la nacionalidad venezolana, le respondi decentemente pero clarito que era un facho y mas nada, jejeje
En fin mi pana mi exilio forzado sololo comprenden quienes saben porque despues de un evento familiar horrible, cambie mi idea de regresar a Venezuela,ojo yo sali queriendo regresar, pero la vida me dio una cachetada horrible y me dijo que que vao, paya solo de vacaciones y de vaina.... ahora la gente seguira con su militar al hombro, muchos amigos de "izquierda" seguiran apoyandolo para poder mantener sus apartamentos con ascensor privado, pisos de marmol y par de guardaespaldas, (ojo eso es el retrato de un pana, que se que no roba, pero tiene ahora ese sueldote que le permite eso)...en in pana un pais de contradicciones, pero en panfleto salio un articulo que es bien interesante al respecto
abrazos desde Berlin.
Por cierto depinga lo del cine que estas recuperando....seguimos en contacto
Un abrazo muy grande! Gracias por interesarte tanto en el proyecto del cine como por la política venezolana. Lamento mucho lo ocurrido. Sé que Venezuela puede ser un país demasiado duro, demasiado injusto.
EliminarSinceramente el primer escrito que vale la pena leer sobre las elecciones presidenciales. Y me refiero a todo ambito (columnas en periodicos, blogs, twitter, facebook, myspace, y contando)
ResponderEliminarComenzando por esto: Yo vivo en Venezuela, tengo 20, estudio en la universidad. Con todo lo anterior te podras imaginar los choques en los que he sido testigo. Nunca me involucre de primera mano en debates politicos, ya que sinceramente, no me sentia inclinada por ninguno de nuestros candidatos. Sin embargo, no fue la falta de inclinacion, sino el miedo lo que me motivaba a hacerme a un lado. Lo triste es que nuestra degeneracion social ha llegado a un punto, en el cual no se respetan los distintos puntos de vista, se ridiculiza, y rechaza al que piense distinto. En las calles me encontre con personas que me gritaban "hay un camino" y otras que igual decian "Chavez hasta el 2019" acepte un sin numeros de volantes, panfletos y consejos con una sonrisa en la boca.
Me senti desprovista de armas que me ataran a la realidad, acaso estaba en un estadio de Beisbol?
El fanatismo reinaba por doquier, y te considero valiente, porque yo nunca habria dicho que no iba a votar o que di voto nulo.
He pensando continuamente en proseguir mi carrera profesional en otra nacion, no porque esta sea mala, o que no sea tan buena como las demas, sino en cambio para crecer, para poder diferenciar, con mi propio raciocinio y con fundamento, que tal esta nuestra sociedad.
Un beso y un abrazo desde Venezuela!
Marlene Izquierdo Osorio.
P.D: Tuqueque? que interesante, parece una lagartija pero grita de ves en cuando...